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¿Qué se puede hacer para seguir teniendo ese ecosistema en paz?


Muchas veces hemos oído sobre la importancia de cuidar el océano y el agua. Sin embargo, al encontrarnos a kilómetros de distancia, nos sentimos alejados del océano. Pensamos: ¿cómo impactarán mis acciones cotidianas a un cuerpo de agua tan lejano?, o ¿qué puede darme el océano, si se encuentra tan lejos de mi ciudad? Pero, ¿conocemos los beneficios que nos proporciona el océano diariamente?
El océano conforma el 71% de la superficie terrestre, y por tanto es el lugar donde ocurren diversos fenómenos naturales que rigen la vida en nuestro planeta. El 97% del agua del planeta se encuentra en el océano. De éste proviene gran parte del agua dulce que consumimos. Esto ocurre gracias a la evaporación, en la cual el vapor de agua se condensa en las nubes y cae a la tierra en forma de lluvia, recargando ríos, lagos y mantos acuíferos.

El océano es también la superficie donde la mayor parte de la luz y el calor, proporcionados por el sol, son reflejados y absorbidos. Es por esto que el océano actúa como el máximo regulador del clima en el Planeta. Por medio de sus aguas y corrientes marinas, transporta el calor recibido en la región ecuatorial hasta regiones polares, proveyéndolas con climas templados. Un ejemplo de esto es el Cinturón Transportador del Atlántico Norte (CTAN) es el principal distribuidor de calor en el Planeta.

La gran biodiversidad del océano depende de organismos microscópicos, el fitoplancton. El fitoplancton se encuentra en altas concentraciones en el océano y lleva a cabo la fotosíntesis para obtener sus nutrientes. Por lo que estos microorganismos capturan CO2, dióxido de carbono, el principal gas invernadero que acelera el calentamiento global. El fitoplancton captura entre 30% y 50% del CO2 atmosférico producido por quema de combustibles.

Además, el océano es una fuente enorme de alimento para los seres humanos. Es de aquí donde se obtiene la mayor parte de las proteínas que consumimos. Cada año de 70 a 75 millones de toneladas de pescado son capturados. Sin embargo, gran parte de las poblaciones de peces y otros organismos que actúan como recurso alimentario, se encuentran sobre-explotados.
La biodiversidad marina de México se encuentra amenazada por diversas actividades humanas. Los principales factores que la afectan negativamente son la contaminación y las actividades pesqueras sin criterios ecológicos que permitan su sustentabilidad. Mientras aumenta la demanda por recursos turísticos y alimenticios, la presión sobre las costas y mares mexicanos se incrementa, por lo que resulta fundamental priorizar las zonas de mayor importancia para su conservación.
El 4 y el 5 de octubre del 2005, se llevó a cabo en la Ciudad de México un taller para identificar sitios de alta importancia para la conservación de la biodiversidad costera y oceánica de México. Organizado de manera conjunta entre CONANP, CONABIO, Pronatura y TNC. Participaron 45 personas invitadas como expertos y especialistas en distintos temas marino-costeros, pertenecientes a 33 diferentes instituciones.
Algunas medidas que se deberían de tomar para poder mantener mares y océanos seria:
1 Fortalecer el trabajo de las instituciones que están dedicadas a describir la biodiversidad marina bajo un programa nacional, ya que actualmente, los descubrimientos de nuevas especies se han logrado encontrar en territorios marinos.
2 Que en cada lapso de tiempo dado se realice una evaluación sobre la conservación y mantenimiento de estas zonas.
3 Que se de a conocer a la gente todas aquellas acciones que deben hacer para la conservación de dicho ecosistema, sobre todo en aquellas zonas con mas prioridad.
4 Algunas amenazas, como la pesca no sustentable, el cambio de uso de suelo, la acuacultura y maricultura, las especies invasoras, entre otros, deben ser atendidas de manera urgente; de otra forma, los daños pueden ser irreversibles y se tendría que invertir en su restauración, lo cual implica costos altos y tecnologías sofisticadas.
5 Hacer un llamado de atención a todas aquellas amenazas que se están encargando de dañar a este ecosistema, como lo son: la pesca de arrastre de profundidad, las fuentes de contaminación terrestres, los desechos provenientes de embarcaciones y desechos de fábricas.

Existen tantas razones para cuidar el océano. Simplemente, dependemos económicamente de él. Trece de las quince ciudades más importantes del mundo están localizadas cerca de o en las costas; 2,7 mil millones de personas en el mundo dependen directamente de la costa para subsistir. El 90% de las especies de este planeta dependen del océano, incluyendo al ser humano. Los arrecifes de coral generan 375 mil millones de dólares al año por todos los servicios ambientales que nos proporcionan. Es en el océano donde se han encontrado infinidad de compuestos que podrían combatir al cáncer. El océano es el único amortiguador natural del calentamiento global; es el hogar de la ballena azul, el animal más grande de toda la historia (aún más grande que los dinosaurios). Porque simplemente nuestro cuerpo está constituido por 70% agua; porque sencillamente este planeta es azul y no verde; porque en el océano comenzó la vida hace 3.1 billones de años… ¡Protege al océano!